El Mapa Geológico Nacional (MAGNA), realizado entre 1972 y 2003 por el Instituto Geológico y Minero de España, se distribuye en hojas 1:50.000 (1:25.000 en los casos particulares de Canarias, Ibiza-Formentera, Menorca, Ceuta y Melilla). En el Mapa Geológico se representa la naturaleza de los materiales (rocas y sedimentos) que aparecen en la superficie terrestre, su distribución espacial y las relaciones geométricas entre las diferentes unidades cartográficas.

Mediante una sencilla técnica informática es posible utilizar las propiedades ópticas de un objeto distante para inferir, de un modo aproximado, su composición. Se plantea utilizar la radiación del espectro visible reflejada por la Luna para obtener, mediante el procesado de una fotografía digital, un bosquejo de la composición mineralógica de su superficie.

Se propone una secuencia de actividades tiene por objetivos desarrollar el modelo de mineral, relacionándolo con sus propiedades (nivel macroscópico), su estructura interna y composición (nivel microscópico) y sus posibles usos; además de reconocer la importancia de la modelización como actividad científica.

El azufre presente en sedimentos tiene su origen en reacciones sucesivas de reducción y oxidación de sulfatos mediadas por metabolismo anaeróbico bacteriano. Este complejo sistema microbiano puede ser estudiado a través de un ecosistema de laboratorio, la columna de Winogradsky.